Comencemos por el principio. Los procesos industriales engloban todas aquellas operaciones orientadas a crear, fabricar o transformar una serie de productos en masa, de cara a satisfacer las necesidades de los usuarios. Estos procesos buscan aprovechar al máximo los recursos naturales y fomentar la eficiencia en los procesos de fabricación.
Si no existiesen los procesos industriales, podríamos decir que el 90% de los bienes que consideramos imprescindibles en nuestro día a día no existirían. Cuando hablamos de procesos industriales (producción en masa), nos referimos al concepto opuesto de proceso artesanal (producción individualizada).
En la actualidad, distinguimos diferentes tipos de procesos industriales:
· Proceso industrial bajo demanda: Los trabajos son concretos y se encargan previa demanda del cliente. Por ejemplo, la fabricación de aviones, naves o barcos se realiza en un proceso industrial bajo demanda.
· Proceso industrial de flujo continuo: Estos procesos se ejecutan durante un periodo de tiempo determinado sin interrupciones. Habitualmente, están en marcha los 7 días de la semana, durante las 24 horas. Se producen bajo este método productos de consumo diario de alta demanda, como el papel o el azúcar.
· Proceso industrial por lotes: Procesos que se ejecutan durante un periodo determinado para producir una cantidad específica de productos. Se utilizan para producir productos estacionales o con estándares de calidad muy altos. Es el caso de los libros.
· Proceso industrial en masa: El proceso es muy similar al proceso industrial de flujo continuo, con la diferencia de que esta vez se establecen ciclos de descanso. Los bolígrafos, por ejemplo, suelen crearse en procesos industriales en masa.
